Benarés, una ciudad al norte de la India a 14 horas de tren desde la capital Delhi, quizás la más sagrada de todas, donde la vida y la muerte se dan la mano.
Muchas veces he paseado por ella, muchas veces me he sentado en sus ghat (escalinatas que dan al río sagrado llamado Ganges), muchas veces he hablado con gentes del lugar y conservado su amistad por siempre y muchas veces tristemente me ha tocado despedirme de ella, siempre en la noche, pero siempre cuando uno viaja le toca despedirse de lugares en los que de cierta manera queda enganchado.
Aquí se queda la niña con ojos hermosos negros que me pide comida en los ghats. Aquí se queda el vendedor de cocos, de platanos de chai y de ciento un cosas más, de cualquier mercancia que uno pueda imaginar, el vendedor del mejor betel de India y los perros, ratas, monos... que invanden las calles. Aquí se quedan grandes amigos, gente que me enseñó que auqnue no sepan leer ni escribir no renuncia al whynot happy, camareros que me sirven ese té mezclado de leche y un gran entrañable sadhu con su tunica roja me dice tambien adiós.
La ciudad me dice adiós con una sonrisa, me dice hasta luego o hasta que yo quiera, me dice que me quiere ver de nuevo y lo mismo el río que parece q llora por mi vertiendo gran cantidad de agua. Hoy le digo adiós a la ciudad más sucia, ajetreada y desordenada de la India pero que para mi es especial y la quiero con su suciedad, sus locos y sus barqueros que surcan las aguas del gran río.
Hoy en este circo todo sigue andando en el gran desorden organizado que es Benarés.
Adiós Benarés, Varanasi o Banaras como prefieras.
El circo más viejo de la historia.
Nos vemos pronto aunque sea en mis sueños.
2 comentarios:
Hola Iñigo, me gustaria comentarte algo podrias ponerte en contacto conmigo en rafaelrr@gmail.com
?
gracias
Hola......estoy interesante a saber sobre de Nepal como un lugar marviollos en el Mundo....Puedes disponer alguno comentario de Nepal y su belleza.
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